lunes, 27 de febrero de 2012

Lo más de los Oscar 2012

Lo mejor: la felicitación mutua de Meryl Streep y Viola Davis.
Lo peor: los modales (o la falta de ellos) de algunos de los comentaristas de Canal+.
Lo más emotivo: el discurso de agradecimiento de Octavia Spencer.
Lo más entrañable: las lágrimas de emoción de Melissa McCarthy al responder a la prensa.
Lo más gracioso: Emma Stone.
Lo más disparatado: ver una monja, vestida como tal, en la alfombra roja.
Lo más divertido: la secuencia de apertura con "The Help", "Bridesmaids" y Billy Crystal.
Lo más payaso: Sacha Baron Cohen.
Lo más supersticioso: Trueba con el mismo esmoquin que llevaba cuando ganó el Oscar por "Belle Epoque".
Lo más "Freixenet": los vestidos de Meryl Streep y Stacy Keibler.
Lo más absurdo: que Joaquín Reyes podría ganar también un Oscar.
Lo más espectacular: el vestido de Penélope Cruz, de Armani Privée.
Lo más internacional: la presentación en chino de la categoría "Mejor Película Extranjera de Habla no Inglesa".
Lo más sorprendente: el espectáculo a cargo de "Cirque du Soleil".
Lo más acertado: la elección del vestuario de Octavia Spencer.
Lo más operado/retocado: Billy Crystal y Michael Douglas.
Lo más desastroso: la conducción del especial de Canal+ por parte de Manuela Velasco, cuyos conocimientos de cine son...
Lo más ¿lacrimógeno?: la supuesta emoción de Meryl Streep al recoger el Oscar.
Lo menos original: la dedicatoria a Billy Wilder de los productores de "The Artist".
Lo más reivindicativo: el discurso de agradecimiento del director de "A Separation".
Lo más previsible: los Oscar de Octavia Spencer y Christopher Plummer, así como el de "A Separation".
Lo más indignante: que "The Iron Lady" vaya a exhibirse por ahí con la leyenda "Ganadora de dos Oscar"; que "The Artist" tenga más premios que cualquier película de Chaplin.



viernes, 24 de febrero de 2012

Oscar 2012: ¿Quién se llevará el premio a la Mejor Actriz?

Preparar mi quiniela para los Oscar es una tradición con la que vengo cumpliendo desde hace bastantes años (probablemente desde la primera vez que mis padres me dejaron trasnochar con la excusa de presenciar la ceremonia), pero que este año me está costando más que de costumbre, hasta el punto de que, a tres días de que se abran los sobres, aún hay categorías en las que tengo dudas respecto a quien saldrá vencedor. De entre ellas, la que se lleva la palma es la de Mejor Actriz, en la que pese a tener muy claro quien me gustaría que ganase, tengo mis dudas respecto a por dónde pueden ir los votos de la Academia.
Estos son los motivos por los que pienso que las cinco nominadas podrían ganar y las razones por las que creo que no deberían hacerlo:
Glenn Close como Albert Nobbs
¿Por qué podría ganar? Basta con ver el tráiler de “Albert Nobbs” para darse cuenta de que la transformación de Close para dar vida al personaje es cuanto menos llamativa, algo que en Hollywood gusta y buena prueba de ello son las incontables nominaciones que se justifican únicamente por este motivo (la última que me viene a la cabeza es la de Felicity Huffman en “Transamerica”). Asimismo, la Academia le debe una a Glenn Close, que acumula seis nominaciones y ninguna estatuilla (estatuilla que, no lo olvidemos, tiene hasta Sandra Bullock).

¿Por qué no debería ganar? Porque, más allá de la excelente caracterización, la interpretación de Close es fría y se queda lejos de sacar todo el partido a un personaje que, por otra parte, ha sido  diseñado específicamente para proporcionarle el ansiado Oscar. La realidad es que Close, que debió ganar con “Dangerous Liaisons”, no se merece el premio.

Viola Davis
Viola Davis como Aibileen Clark
¿Por qué podría ganar?The Help” ha sido la sorpresa del año y la Aibileen de Davis es uno de esos personajes que no se olvidan con facilidad. Además, la película ha sido la favorita de los actores, el colectivo con más peso en las votaciones, y Davis ya le quitó el premio a Streep que hasta entonces parecía la ganadora indiscutible. Finalmente, por si esto no fuera suficiente, entra en juego el factor racial: es vergonzoso que solo una actriz de color haya obtenido un Oscar como protagonista y más todavía que esta haya sido Halle Berry, una intérprete mediana, por una película -“Monster’s Ball”- mala a rabiar.

¿Por qué no debería ganar? No se me ocurre ningún motivo. Para mí, el Oscar a la Mejor Actriz Protagonista debería ser para Viola Davis.
Rooney Mara como Lisbeth Salander
¿Por qué podría ganar? Como ocurre en el caso de Close, para convertirse en Lisbeth Salander, Rooney Mara ha tenido que hacer frente a una transformación física espectacular, con el puntito añadido de que para ello la chica, que podría definirse como mona (algunos la recordarán como la chica que daba origen a la creación de Facebook en “The Social Network"), ha tenido que afearse considerablemente, lo que en muchas ocasiones es motivo suficiente para llevarse el premio a casa y si no que se lo pregunten a Charlize Theron.
¿Por qué no debería ganar? Porque no se puede decir que la interpretación de Mara le dé mil vueltas a la de Noomi Rapace, la Lisbeth Salander de la versión sueca y porque se trata de una trilogía; si debe ganar un premio por este papel, lo lógico es que se lo den una vez finalizadas las tres películas.
Meryl Streep como Margaret Thatcher
¿Por qué podría ganar? ¿Hay algo que guste más en Hollywood que los biopics? Basta con echar un vistazo a los premiados de los últimos años para encontrar al menos una decena de ellos que lo fueron por haber dado vida a alguien real (Colin Firth-Jorge IV, Sandra Bullock-Leigh Anne Tuohy, Sean Penn-Harvey Milk, Marion Cotillard-Edith Piaf, Forrest Whitaker-Idi Amin, Helen Mirren-Isabel II, Philip Seymour Hoffman-Truman Capote, Reese Witherspoon-June Carter, Jamie Foxx-Ray Charles, Charlize Theron-Aileen Wuornos, Adrien Brody-Władysław Szpilman, Nicole Kidman-Virginia Woolf… y estos solo en el siglo XXI) y, siendo sinceros, Meryl Streep en “The Iron Lady” no es que se parezca a Margaret Thatcher, es que es Margaret Thatcher. Asimismo, este podría ser el año en que Hollywood opte por saldar una vieja deuda que tiene con Streep; no es normal que una de las mejores intérpretes de la historia solo tenga en su poder un Oscar, el obtenido en 1983 por “Sophie's Choice” (el de “Kramer vs. Kramer” es como actriz de reparto), mientras que actrices como Sally Field, o Jodie Foster tienen dos. Finalmente, el hecho de que Streep sea de lo poco salvable de la película hace que su interpretación parezca mejor de lo que es.
¿Por qué no debería ganar? Si el premio fuese a la mejor imitación, Meryl Streep sería la justa ganadora de este año, pero lo que se dirime aquí es quién ofrece la mejor interpretación y la suya no lo es. No lo es porque una buena interpretación requiere un buen guión y el de “The Iron Lady” es bastante malo (por no decir panfletario) y porque un buen actor es aún mejor cuando trabaja a las órdenes de un gran director, algo que Phyllida Lloyd ni es ni será jamás. Además, pese a su indudable talento, Streep se ha convertido en la nominada por sistema, la que siempre está ahí, aun cuando no lo merece. Nadie puede dudar de que Meryl Streep tiene una filmografía sobresaliente, pero “The Iron Lady” no merece convertirse en una de sus películas destacadas.
Michelle Williams como Marilyn
¿Por qué podría ganar? Sirva para este caso lo dicho anteriormente sobre los biopics y añádase el hecho de que Williams se atreve con uno de los grandes iconos del cine (por no decir, el gran icono, en singular), Marilyn Monroe, y sale indemne, consiguiendo dotar a su interpretación de una credibilidad que pocos podrían esperar (Marilyn es irrepetible) y convirtiendo a "My week with Marilyn" en una de las películas destacadas del año. Además, Williams es la gran apuesta -junto a “The Artist”- de los Weinstein para este año, los mismo que elevaron a los altares a “Shakespeare in Love” y a Gwyneth Paltrow, y puede ser la gran beneficiada si los votos se dividen entre Davis y Streep.
¿Por qué no debería ganar? Porque Viola Davis lo merece más. Cualquier otro año, con otras rivales y con el mismo papel, sería de justicia que Michelle Williams saliese del Kodak con la estatuilla dorada en sus manos; que lo haga este año no sería descabellado, pero tampoco sería justo al 100%.